El tiempo pasa sin darnos cuenta

 ¿En qué momento se me pasó la vida?

Cuando somos pequeños no tenemos noción del tiempo, todo se nos hace eterno y creo que es por las limitadas responsabilidades que tenemos.

De niña tuve siempre una vida feliz, mi familia estaba completa, tenía a mis padres, hermanas y en verdad estoy convencida de que éramos felices y sí lo sabíamos o al menos yo lo sabía 

El tiempo va pasando y vamos creciendo y aumentan nuestras cuotas de responsabilidad, eso sería lo de menos, pues es parte de la vida, tenemos que crecer y evolucionar.

Hasta que tuve 15 años el tiempo para mí transcurrió de manera, digamos normal y recuerdo que el día que los cumplí, una profesora del colegio me dijo: " de ahora en adelante el tiempo se te va a ir volando" ... Y tuvo razón pero meses más tarde ocurrió un evento muy doloroso en mi familia que me marcó de por vida y fue la sorpresiva muerte de mi madre y fue a partir de ese momento que yo sentí que el tiempo se aceleró de manera vertiginosa

El tiempo siguió pasando con normalidad,  llegué a la vida adulta, disfrutando mi etapa de juventud, trabajando, tratando de ser feliz de la mejor manera posible, logrando metas, otras no se cumplieron, supongo que no eran para mí pero seguí viviendo.

Pasado el tiempo, Ya más grande, ocurre otro momento triste en mi vida y esa enfermedad y muerte de papá el ser más bello y sublime que Dios me dio en la vida, mi bastión mi fortaleza el que siempre estuvo allí en todo momento. Tuve al mejor papá del mundo, amoroso, atento y detallista, el que me sorprendía con chocolates o dulces, Como si fuese un novio, pero es que en realidad un papá es nuestro primer gran amor, el más puro y sincero, el verdadero príncipe azul.

Un día le tocó partir a mi príncipe azul y mi corazón se vuelve a partir en mil pedazos,  me invadió el miedo, me sentí desprotegida,  sentí que el mundo se me vino encima y no tenía asidero fue muy difícil para mí acostumbrarme a su ausencia, ya que ambos éramos mutua compañía. 

De nuevo el tiempo se vuelve a acelerar, ya han transcurrido casi 17 años y sin darme cuenta. Ahora soy una mujer mayor, aunque me siento joven pero no dejo de extrañar la época de mi infancia, cuando era feliz y sí lo sabía.